Nota: Los textos de esta exposición existen solamente en frances
Maximilien Bruggmann quería pintar hace mucho tiempo, pero hasta el final de los años 90 no tenía ni tiempo ni la tranquilidad necesaria para meterse a la pintura. Rico en recuerdos y emociones por fin pudo realizar su sueño. En pocos años elabora efectivamente pinturas las cuales son nutridas por la cantidad de fotos hechos a los cuatro vientos y por la expresión gráfica. Así, en 1999, el artista suizo por primera vez está exponiendo 38 pinturas en acrílico en el centro Y-Parc de Yverdon. Estas obras hechas en un soporte de madera, trabajadas con precisión y minuciosidad con pincel o con la espátula japonesa nos revelan el jardín secreto de Maximilien Bruggmann, su visión del mundo, sus emociones, sus favoritos.