Galería de fotos

Un chico de los indios Kogi. - 1977

Separada de la cordillera central por las llanuras aluviales del Río Magdalena y el Río Cauca, la aislada cordillera de la Sierra Nevada de Santa Marta se eleva en el extremo norte de Colombia. En el Pico Cristóbal Colón alcanza una altura de 5776 metros. Densos bosques tropicales cubren las laderas hasta más de 3000 metros de altura, la línea de nieve está entre 4700 y 5100 metros. - 1977

Los indios Kogi viven en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. En la imagen, el edificio alargado de la derecha es la casa de los hombres en la que viven los hombres durante su estancia en el pueblo. Las casas redondas, que también tienen techo de paja, sirven de alojamiento para mujeres y niños. Los Kogi solo se reúnen en determinados momentos, alrededor de dos veces al mes, para celebraciones ceremoniales en los pueblos; El resto del tiempo lo pasan - también separados por sexo en dos chozas - en sus campos, donde cultivan maíz, yuca, plátanos, calabazas, caña de azúcar y fréjoles. Lo que no pueden producir ellos mismos, lo cambian por pollos, cerdos y otros productos. - 1977

Una joven madre Kogi con sus joyas. - 1977

Toda la vida del Kogi está determinada por los ritos de fertilidad y la estricta separación de los principios masculinos y femeninos. Esta imagen muestra a un hombre Kogi con el poporo, una calabaza llena de conchas en polvo. La calabaza se considera hembra y el palo con el que se "pesca" el polvo de cal como macho. A lo largo de los años, el Kogi realiza simbólicamente la fertilización extrayendo el polvo de la calabaza con un palito y frotándolo sobre el cuenco, que con el tiempo forma una gruesa capa de cal. Figuras de oro con calabazas similares, cuyo cal se masticaba junto con hojas de coca, se han conservado de la cultura Quimbaya del valle medio del Cauca (siglos XI-XV). - 1977