Descripción

Otra escena llena de sabor tomada en el mercado de los viernes de San Francisco el Alto, un encantador pueblo de la zona montañosa de Guatemala. Ya en el siglo XVI, los españoles introdujeron en América animales domésticos que aún no conocían los nativos y que éstos empezaron a criar para su propio uso. Este era el caso de las vacas, ovejas, cabras y cerdos. Estos últimos adquirieron gran importancia durante la Colonia y a partir de entonces constituyeron una fuente de ingresos muy apreciable para muchas regiones del continente. En las tierras bajas, los cerdos se alimentan con plátanos o yuca. Deambulan libremente por las calles de las localidades y complementan su dieta engullendo todo lo que está a su alcance. Por otra parte, en las zonas montañosas de Guatemala, estos animales se crían para la producción de grasa que se vende a los mestizos y a los blancos. Lo mismo ocurre con la leche y los huevos, que se consideran alimentos de lujo. - 1977

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