La vida de los gauchos
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Domador de caballos en la Estancia Amancay, Provincia de Chubut, Patagonia. - 1973
El herrero Delphin Rodríguez, de Bahía Bustamante (provincia de Chubut) está sonriendo, lo que no es el caso de todos los gauchos de la pampa. La mayoría de estos hombres tienen un carácter rudo debido a la vida aventurera que llevan. A menudo se necesita mucha paciencia para ser admitido en el grupo. Sin embargo, bajo su apariencia brutal, los gauchos esconden un alma generosa. Su amor por la naturaleza y el aire libre se ha convertido en legendario. Son hombres bien integrados en la geografía particular del lugar. Ejercen una profesión que requiere una fuerza inusual. - 1973
El gaucho pasa la mayor parte de su vida a caballo. Vigila los enormes rebaños de ovejas de la Patagonia. Cuando descansa de sus largos viajes a través de la pampa, se dedica a la artesanía. Hace admirables látigos de cuero y tiene especial cuidado en la fabricación de sus estribos, que son partes importantes de la montura. El caballo de Delphin Rodríguez, el herrero de la foto anterior, tiene estribos decorados con piezas de madera, que están notablemente bien trabajados. - 1973
Aparte de los animales destinados a la reproducción, todos los sementales jóvenes son castrados, ya que los castrados son más tolerables, más tranquilos y más persistentes. Los gauchos están más que felices de dejar la dolorosa operación al veterinario, ya que tienen una relación mucho más cercana con los caballos que con el ganado. - Estancia Amancay, Esquel, Provincia Chubut - 1973
El herrador Delphin Rodríguez de Bahía Bustamante (provincia de Chubut) trabajando. - 1973
