La vida de los gauchos
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Además de su caballo, el gaucho solo posee lo que puede llevar en su cinturón: un impresionante cuchillo habilidosamente cincelado, algo de dinero y su propio nombre, para que la genta sepa quién es. - Estancia La Mimosa - Buenos Aires - Argentina
Las boleadoras fueron la primera arma del gaucho con la que forzó infaliblemente a un avestruz (Ñandú) o un toro al suelo dentro de los treinta metros. - 1976
En la provincia de Buenos Aires, los Troperos conducen vacas y terneros a la Estancia La Mimosa. - 1975
En la provincia de Buenos Aires, los Troperos conducen vacas y terneros a la Estancia La Mimosa. - 1973
Gaucho Arnaldo a la luz del atardecer en la Estancia Mimosa. (Provincia de Entre Ríos). - 1973
La noche cae lentamente en la estancia “La Mimosa” (provincia de Entre Ríos). Ha llegado el momento de reunir a las vacas que fueron separadas de sus crías unos meses antes. Esta segregación fue llevada a cabo por los ganaderos con el fin de asegurar una vida tranquila para las vacas en los pastos preferenciales. La tarea es difícil, y muchos gauchos están involucrados en ella. Las mismas escenas tienen lugar en cada estancia de la pampa. Muestran las etapas de un ciclo de trabajo importante del que depende gran parte de la economía nacional. - 1973
Los "volteadores" tiran los terneros al suelo y los sujetan bajo el mordisco del metal incandescente. - Estancia La Mimosa, Ayacucho, Provincia Buenos Aires - 1975
Las boleadoras fueron la primera arma del gaucho con la que forzó infaliblemente a un avestruz (Ñandú) o un toro al suelo dentro de los treinta metros. - Estancia La Mimosa, Provincia Buenos Aires. - 1976
Aunque el primer rayo de sol suele verlo en el trabajo, el gaucho aún encuentra tiempo para socializar por la noche. Preparado y disfrutado con un ritual "sagrado", el mate amargo y ligeramente cafeinado hace olvidar el cansancio y el dolor. - Estancia La Mimosa, Ayacucho, Provincia Buenos Aires - 1976
