El Museo del Virreinato en Cuzco alberga magníficas colecciones de arte colonial. Su puerta principal está coronada por un dintel donde podemos ver los retratos de los cuatro hermanos Pizarro.

La arquitectura colonial de Arequipa hace uso de una piedra blanquecina muy fácil de trabajar (Sillar). Los monumentos religiosos están cubiertos con elementos decorativos ejecutados con notable talento. Puerta de la Iglesia de Santo Domingo.

Según la leyenda, el maíz nació de los dientes de un hijo del sol. Fue adorado "como un dios" en todo el antiguo Perú. En los campos se enterraba maíz en mazorca de piedra o Sara Mama, y ??se regalaban choclos de oro a las momias. Aún hoy, se celebran fiestas felices cuando se siembra el maíz en la Sierra. (Museo Regional de Ica, Perú)

La porra de ocho puntas en forma de estrella, tallada en piedra pesada, data del período Inca (1300-1400). , También es un arma (Diámetro 13 cm). (Instituto Nacional de Arqueología, La Paz, Bolivia)

Vasija litúrgica muy pesada, tallada en piedra. Circular, mide de un mango al otro 59 centímetros. Está decorado con amarus enrollados en espiral o serpenteando a su alrededor (diámetro interno: 31,5 centímetros). (Museo e Instituto de Arqueología de la Universidad nacional del Cuzco, Perú.)

Cuadrangular, este receptáculo ceremonial de piedra, vinculado al culto al agua, está decorado en el fondo, en alto relieve, con un batracio. A su alrededor, cuatro soles entre doce ranas resaltados por cuatro serpientes de dos cabezas de cóndor parecen recordar el tema favorito de Tiahuanaco, lugar de la mítica génesis de los incas (ancho: 19.5 cm; largo: 24 cm; alto: 6.5 cm). (Museo e Instituto de Arqueología de la Universidad nacional del Cuzco, Perú.)

Cultura Chavín, Perú. El enorme complejo de templos cerca del pueblo de Chavín de Huántar detrás de la Cordillera Blanca, en el que se ubican estas placas en relieve, dio el nombre a una cultura cuya influencia se puede constatar en una amplia área y en formas culturales posteriores, por lo que con cierta justificación, puede llamarse la cultura madre. Los motivos recurrentes son el jaguar o criaturas híbridas de un gran felino, serpiente y cóndor y guerrero con dientes de depredador, garras de cóndor y pelo de serpiente (esta imagen) o pelo con cabeza de cóndor. - 1976

La figura monolítica de «Ponce» en el Kalasasaya (Aimara para "piedra erigida"), Tiahuanaco, Bolivia. La estela cubierta de ornamentos geométricos tiene unos cuatro metros de altura. - 1976

La figura central de la Puerta del Sol de Tiahuanaco, Bolivia. Al igual que en la figura de la estela Raimondi (cultura Chavín), la cabeza es casi tan grande como el cuerpo. El dios del sol sostiene cetros en ambas manos que terminan en cabezas de cóndor, su cabello termina en serpientes y cabezas de jaguar. Lágrimas como símbolo de fertilidad y lluvia corren por su rostro. Está rodeado por 148 figuras aladas frente a él, que fueron interpretadas como símbolos de movimiento y tiempo. La cultura Tiahuanaco ha dado forma más directamente a la civilización Inca. - 1976

Detalle de un muro en las ruinas de Copán. Este sitio, importante para la arqueología maya, se encuentra en el montañoso oeste de Honduras, en medio de la selva tropical. - 1977

Estela D en Copán, un sitio arqueológico de la antigua civilización maya ubicado en el departamento de Copán al occidente de Honduras, a poca distancia de la frontera con Guatemala. - 1977

Estela en Copán, un sitio arqueológico de la antigua civilización maya ubicado en el departamento de Copán al occidente de Honduras, a poca distancia de la frontera con Guatemala. - 1977

Estela B en las ruinas de Copán. El emplazamiento de esta meca arqueológica maya se encuentra en la parte montañosa del oeste de Honduras, en plena selva tropical. Se ha informado de que hay numerosos monumentos y estelas de piedra que están completamente grabados. Estas últimas, de tres o cuatro metros de altura, suelen evocar la forma de una figura. La figura va acompañada de glifos y un sistema de puntos y líneas que han permitido datar la estela. Es un arte barroco en el que la atención al detalle se ha llevado al extremo. Sin embargo, estos monumentos nunca son demasiado pesados, dadas sus excepcionales dimensiones. Esta obra de piedra es un testimonio del incomparable talento de los escultores mayas del antiguo imperio. - 1977

Una cabeza en el campo en ruinas de Copán. Este sitio, importante para la arqueología maya, se encuentra en el oeste montañoso de Honduras, en medio de la selva tropical, no lejos de la frontera con Guatemala. - 1977

Una cabeza con boca redonda en las ruinas de Copán. Este sitio, importante para la arqueología maya, se encuentra en el oeste montañoso de Honduras, en medio de la selva tropical, no lejos de la frontera con Guatemala. - 1977

El altar L en el campo de ruinas de Copán. Este sitio, importante para la arqueología maya, se encuentra en el oeste montañoso de Honduras, en medio de la selva tropical, no lejos de la frontera con Guatemala. - 1977

Iglesia del Espíritu Santo de Quetzaltenango, Guatemala. La primera iglesia se construyó en 1532 por orden del obispo Francisco Marroquín. Sólo se conserva la fachada de la iglesia barroca, ya que la antigua fue demolida en 1899 para dar paso a otra más grande, cuya construcción ocupó gran parte del siglo XX. - 1972

Detalle de una estela de Tikal en Guatemala. La mayoría de estas obras de arte realizadas por los mayas presentan figuras y jeroglíficos que han sido estudiados durante mucho tiempo por los arqueólogos. Los grabados, ejecutados con notable maestría, representan seres humanos y animales mitológicos y a menudo van acompañados de signos simbólicos que representan los días del año. Un ingenioso sistema de puntos y rayas marca la serie de números inventada por los pueblos precolombinos de América Central. - 1977

Estela 9 del complejo de templos de Tikal del año 475, que fue construida bajo el gobierno de Kan Chitam. - 1977

Detalle de una estela de piedra del yacimiento maya de Quiriguá, en Guatemala. Esta reliquia data de 766 años después de Cristo. La mayoría de los monumentos dejados por los mayas están cubiertos de figuras y jeroglíficos que desde hace tiempo han atraído la atención de los arqueólogos. Este es el caso de las estelas que suelen encontrarse en gran número en la mayoría de los yacimientos precolombinos de Guatemala, México y Honduras. Estos grabados, ejecutados con notable maestría, representan tanto personajes como animales mitológicos, a menudo acompañados de signos simbólicos que representan los días del año. Un ingenioso sistema de puntos y líneas ilustra el sistema de numeración inventado por los pueblos precolombinos de América Central. - 1977

Estela maya en Quiriguá, que es un sitio arqueológico de la antigua civilización maya en el departamento de Izabal, en el noreste de Guatemala. Es un sitio de tamaño medio con una superficie de unos 3 km², situado en la parte baja del río Motagua, con su centro ceremonial a 1 km de la orilla norte del río. - 1977

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