La civilización Nazca, que se desarrolló al comienzo de nuestra era en el sur del Perú, dejó a los arqueólogos numerosas cerámicas de calidad excepcional y cubiertas con dibujos policromos (Colección W. Pelloni, Lima).

Los tejedores de Paracas, que vivieron en la costa sur peruana hace más de 2000 años, confeccionaron telas extrañamente hermosas cubiertas con patrones simbólicos. - Museo antropológico, Lima.

Entre los dibujos del desierto de Nazca, podemos ver una enorme araña. El significado de estas fantásticas figuras aún no está claro; algunos arqueólogos los asocian con la astronomía de los pueblos antiguos, otros los consideran verdaderos lugares de culto.

En el desierto de la costa sur se pueden ver extraños dibujos de dimensiones gigantescas, que se atribuyen a los Nazca. Uno representa un gran cóndor de varias decenas de metros de longitud. Las líneas brillantes se lograron levantando la delgada capa marrón de tierra rica en óxido de hierro de la superficie de arena amarillenta y colocándola junto a las trincheras estrechas así despejadas.

Las tumbas saqueadas de los Nazcas en el sur de Perú (siglos III al VIII) arrojaron miles de huacos policromadas, figurativos o abstractos, que forman en una verdadera "enciclopedia de imágenes". La arcilla fina, las formas perfectas y la estilización acentuada del patrón hacen de la cerámica de Nazca un arte inimitable que rinde homenaje a los muertos y los dioses. (Colección particular, Lima, Perú)

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