Recorrida en 1830 por el viajero francés Alcides d'Orbigny, la asombrosa calzada preincaica de Takezi, en Bolivia, pavimentada con piedras planas, se extiende casi en línea recta sobre una distancia de más de 65 kilómetros "por amplios niveles sucesivos para superar la pendiente".
Recorrida en 1830 por el viajero francés Alcides d'Orbigny, la asombrosa calzada preincaica de Takezi, en Bolivia, pavimentada con piedras planas, se extiende casi en línea recta sobre una distancia de más de 65 kilómetros "por amplios niveles sucesivos para superar la pendiente".