Entre los campos yermos en el sur del lago Titicaca, pintorescos caseríos rompen la monotonía del Altiplano, el “techo de los Andes” y la “tierra de las quimeras”.
Entre los campos yermos en el sur del lago Titicaca, pintorescos caseríos rompen la monotonía del Altiplano, el “techo de los Andes” y la “tierra de las quimeras”.