Pectoral de jade tallado y grabado procedente del yacimiento de Nebaj (departamento de Quiché) en Guatemala. Mide 14,5 cm de ancho y 10,2 cm de alto (Museo Nacional de Arqueología y de Etnología de Guatemala). Esta magnífica pieza pertenece a la civilización maya clásica tardía. Demuestra que los artesanos indios trabajaban con un indudable dominio de los más diversos materiales, ya sea piedra, arcilla o madera. Imitando a sus ilustres predecesores del periodo formativo, los olmecas, los mayas utilizaban el jade que importaban de las regiones montañosas del continente. De esta piedra hicieron multitud de estatuillas, objetos de adorno y representaciones de sus dioses. Algunos de estos pectorales de jade suelen estar cubiertos de finos grabados que representan a personajes vistos de perfil que muestran las más diversas poses. Tienen un rostro característico que todavía se encuentra hoy en día entre muchos indios del altiplano de México y Guatemala. - 1977
Pectoral de jade tallado y grabado procedente del yacimiento de Nebaj (departamento de Quiché) en Guatemala. Mide 14,5 cm de ancho y 10,2 cm de alto (Museo Nacional de Arqueología y de Etnología de Guatemala). Esta magnífica pieza pertenece a la civilización maya clásica tardía. Demuestra que los artesanos indios trabajaban con un indudable dominio de los más diversos materiales, ya sea piedra, arcilla o madera. Imitando a sus ilustres predecesores del periodo formativo, los olmecas, los mayas utilizaban el jade que importaban de las regiones montañosas del continente. De esta piedra hicieron multitud de estatuillas, objetos de adorno y representaciones de sus dioses. Algunos de estos pectorales de jade suelen estar cubiertos de finos grabados que representan a personajes vistos de perfil que muestran las más diversas poses. Tienen un rostro característico que todavía se encuentra hoy en día entre muchos indios del altiplano de México y Guatemala. - 1977