Cuando el Sahara era aún verde, estaba habitado de numerosos representantes de la fauna africana, muchos de los cuales todavía pueden encontrarse hoy en áreas más fértiles. Así lo demuestra este grabado de un elefante, de 2,65 metros de largo, que puede apreciarse en uno de los sitios de arte rupestre más bellos e importantes de la llamada era bubalina (wadi Mathendous, Fezzan, Libia).
Cuando el Sahara era aún verde, estaba habitado de numerosos representantes de la fauna africana, muchos de los cuales todavía pueden encontrarse hoy en áreas más fértiles. Así lo demuestra este grabado de un elefante, de 2,65 metros de largo, que puede apreciarse en uno de los sitios de arte rupestre más bellos e importantes de la llamada era bubalina (wadi Mathendous, Fezzan, Libia).