La cerámica es poco conocida, pero la hermosa pieza de Ehi Mounto (Níger), de 25 centímetros de altura, demuestra que el oficio había alcanzado un grado de perfección inusitado, al menos en algunos lugares, lejos de estar en decadencia. La arcilla negra, muy homogénea, había permitido producir una cerámica en la que el grosor de las paredes no superaba los 3 milímetros a media altura. (Colección IFAN, Dakar, Senegal) - 1969
La cerámica es poco conocida, pero la hermosa pieza de Ehi Mounto (Níger), de 25 centímetros de altura, demuestra que el oficio había alcanzado un grado de perfección inusitado, al menos en algunos lugares, lejos de estar en decadencia. La arcilla negra, muy homogénea, había permitido producir una cerámica en la que el grosor de las paredes no superaba los 3 milímetros a media altura. (Colección IFAN, Dakar, Senegal) - 1969