BY MAXIMILIEN BRUGGMANN
El Intihuatana de Machu Picchu. En el solsticio, el sumo sacerdote Willac Umu usaba una cadena de oro para simbólicamente atar el sol, el padre de los Incas, a este reloj solar de piedra.
En el vasto e infinito silencio del altiplano, el indio aymara toca desde tiempos remotos su zampoña, cuyo sonido extraño y melancólico se deja llevar por los altos vientos.