Estas herramientas tan antiguas proceden de Oldoway (Kenia). Estaban incrustadas en una toba volcánica en la base del famoso cuenco al que L. S. B. Leakey ha unido su nombre. Su valor proviene de su posición estratigráfica, que permite su datación. Aunque existen herramientas idénticas en varios lugares del Sáhara, aún no han sido datadas. Además, la naturaleza ácida del suelo rara vez permitía conservar un esqueleto humano. Sin embargo, en el Chad, el científico francés Y. Coppens descubrió los primeros restos muy antiguos, lo que sugiere que esta laguna se debe más a la ausencia de excavaciones serias que a la falta absoluta de los documentos que por sí solos permiten reconstruir el pasado de la humanidad: las herramientas de piedra y los restos óseos de los hombres que las fabricaron. Por lo que sabemos, la herramienta más antigua conocida tiene entre 2 160 000 y 2 120 000 años.
Estas herramientas tan antiguas proceden de Oldoway (Kenia). Estaban incrustadas en una toba volcánica en la base del famoso cuenco al que L. S. B. Leakey ha unido su nombre. Su valor proviene de su posición estratigráfica, que permite su datación. Aunque existen herramientas idénticas en varios lugares del Sáhara, aún no han sido datadas. Además, la naturaleza ácida del suelo rara vez permitía conservar un esqueleto humano. Sin embargo, en el Chad, el científico francés Y. Coppens descubrió los primeros restos muy antiguos, lo que sugiere que esta laguna se debe más a la ausencia de excavaciones serias que a la falta absoluta de los documentos que por sí solos permiten reconstruir el pasado de la humanidad: las herramientas de piedra y los restos óseos de los hombres que las fabricaron. Por lo que sabemos, la herramienta más antigua conocida tiene entre 2 160 000 y 2 120 000 años.