Además de las hojas y láminas con las que se fabricaban cuchillos, agujas, raspadores, taladros y cientos de otras herramientas, también había utensilios de piedra pulida, y el Sáhara en su conjunto era rico en maestros pulidores de piedra. No sólo hay anillos de piedra, que eran brazaletes -siempre que el alcance de la luz permita pasar el brazo a través de ellos-, cabezas de garrote o piedras de peso de palos funerarios, sino también vasijas, azadas, cinceles y puntas de flecha, cuyo fino pulido nos sigue sorprendiendo hoy en día (Colección IFAN, Dakar, Senegal) – 1969
Además de las hojas y láminas con las que se fabricaban cuchillos, agujas, raspadores, taladros y cientos de otras herramientas, también había utensilios de piedra pulida, y el Sáhara en su conjunto era rico en maestros pulidores de piedra. No sólo hay anillos de piedra, que eran brazaletes -siempre que el alcance de la luz permita pasar el brazo a través de ellos-, cabezas de garrote o piedras de peso de palos funerarios, sino también vasijas, azadas, cinceles y puntas de flecha, cuyo fino pulido nos sigue sorprendiendo hoy en día (Colección IFAN, Dakar, Senegal) – 1969