Le Manoir de la ciudad de Martigny
Gauchos argentinos y cowboys de la tierra del Tío Sam: donde quiera que haya caballos, Maximilian Bruggmann participa en la vida de estos hombres amantes de la libertad y de los espacios abiertos, quienes, con gran orgullo, se vuelven uno con sus caballos. Hay cierta brisa de desierto que recorre sus sombreros y una serie de profundas afinidades que unen al fotógrafo con estos desconocidos pero heroicos John Wayne: sus rostros dejan ver su sencillez, integridad, honestidad, coraje y abnegación.
#3
El equipo que usan los gauchos en la pampa argentina consta del típico sombrero, boleadoras o Tres Marías (unas bolas atadas al extremo de una larga tira de cuero que se arrojan para cazar ñandúes), un lazo, un látigo, un cinturón con el indispensable cuchillo llamado facón, estribos, espuelas y la tradicional bombilla (una pajilla de metal que se usa para tomar el mate que se lleva en una calabaza hueca).
#4
Los juegos ecuestres varían ligeramente dependiendo de si uno está América del Norte o del Sur. En Argentina, las competencias están más relacionadas a la vida diaria y a los juegos ecuestres de España. En la jineteada, el gaucho intenta domar a un caballo criollo salvaje armado únicamente de su rebenque, un látigo con dos tiras de cuero en el extremo que hacen chasquidos sobre el animal.
#5
La del gaucho es una vida de trabajo duro y a la vez de amenas fiestas. A diferencia de las celebraciones en la pampa de la Patagonia, en el noroeste de Argentina las mujeres siempre participan de la diversión. Esto se debe indudablemente a una herencia que viene de tiempos de la guerra de independencia, donde las mujeres desempeñaron un papel preponderante. En la imagen, se ve a Arturo y Marion Fernández tomando mate en su finca en Campo Alegre, provincia de Salta.
#6
Los paisajes del noroeste argentino ostentan más colinas y una vegetación más abundante pero también más hostil que en la pampa. Para evitar que los caballos se hagan daño con púas o espinas, los gauchos usan largos protectores de cuero grueso llamados guardamontes, que son aun más impresionantes que los chaps usados por los cowboys (Campo Alegre, provincia de Salta).
#7
¿Qué tienen en común un vaquero y su gato? El bigote, por supuesto. Terry Milliken pasa el verano en una cabaña en las Rocallosas, donde, junto con algunos otros vaqueros, cuida de cientos de cabezas de ganado... y de un gato (Campamento de Raspberry, Douglas Lake Cattle Ranch, Columbia Británica, Canadá).
#8
La Estampida de Calgary, que se lleva a cabo cada verano, es considerada el rodeo más importante del mundo. Más de cien mil espectadores vienen a admirar la audacia de los jinetes. En la competencia de saddle bronc riding, los vaqueros deben montar un Mustang salvaje y permanecer en la silla por al menos 8 segundos, mientras el animal se empeña con todas sus fuerzas en recobrar su libertad.
#10
Indudablemente, bull riding es la competencia de rodeo más peligrosa. En lugar de un caballo salvaje, los jinetes deben montar un toro iracundo que no duda en cornear al vaquero si no escapa con la suficiente rapidez cuando es derribado al suelo (Estampida de Ponoka, Alberta, Canadá).
#11
El trabajo realizado por los gauchos en Argentina es similar al que llevan a cabo los vaqueros en Norteamérica: agrupar el ganado, separar los terneros de sus madres para marcarlos con un hierro caliente y colocarles etiquetas en las orejas; los terneros machos no elegidos para la reproducción son también castrados (Estancia Palitue, provincia de Neuquen).
#12
Cuando la estepa aún no estaba encerrada con alambre de púas, el rodeo originalmente consistía en agrupar el ganado que corría libremente por la pradera para llevarlo hacia nuevos horizontes. Esta práctica ha sobrevivido hasta el día de hoy en algunas partes, como en el Rancho de Longview (Alberta, Canadá), propiedad de Tom Bews, uno de los más célebres criadores, vaqueros y hombres de rodeo de Canadá.