Galería de fotos

Mosaico de campos en la aproximación al aeropuerto de Quezaltenango, Guatemala. - 1977

Las cabañas con techo de paja, los corrales de llamas y los campos cultivados en la región de Acomayo están enmarcados por pequeños muros de piedra.

En el Altiplano de Puno, los hombres todavía aran con la taklla, la pala de madera dura de los incas. Lo apuñalan en el suelo con un pie. La mujer con su menor hijo a la espalda corta los terrones de tierra.

La montaña “salvaje”, el Nevado Salcantay, es el pico más alto de la Cordillera de Vilcabamba, que se eleva a 6271 metros, nos esconde Machu Picchu. En la parte inferior, un "campo heráldico " artístico con gráficos totémicos del puma y el cóndor se destaca claramente en el paisaje.

Campos de trigo en el camino a Quezaltenango, Guatemala. - 1977

La región de Cobán, en Guatemala, es esencialmente montañosa. Pertenece a la gran cordillera de los Cuchumatanes, rama norte de la Sierra Madre propiamente dicha, que atraviesa todo el país de este a oeste. Es una zona bien regada del país, con abundantes lluvias y suelo fértil. Los habitantes, indios y mestizos, se dedican a la agricultura y a la cría de animales domésticos. Viven en modestas casas de madera. - 1977

Foto tomada desde la carretera Panamericana que, viniendo de la frontera mexicana y atravesando la zona montañosa, conduce a la capital de Guatemala. Los campos de cultivo, bien diseñados y cuidados, situados en las laderas, a menudo empinadas, de los volcanes, se extienden hasta donde alcanza la vista y dan al paisaje su aspecto característico. Las cenizas volcánicas enriquecen regularmente la tierra, lo que permite a los agricultores indios cultivar con éxito maíz, cereales y multitud de verduras, que son la base de la dieta diaria de la población indígena. De hecho, la comida de los nativos es principalmente vegetariana. La carne aparece en la mesa en los días de fiesta o con motivo de circunstancias excepcionales como un bautizo, una boda o el nombramiento de un nuevo jefe de la comunidad. La relativa altitud del terreno, el clima suave y la abundancia de lluvias favorecen el desarrollo de la agricultura. - 1977

Paisaje típico de la sierra central y montañosa de Guatemala. Para los indios, trabajar la tierra tiene un significado sagrado. Los campos de cultivo se extienden allí donde la tierra es fértil y las condiciones climáticas son favorables. Sin embargo, los indígenas siempre se han limitado a la agricultura de subsistencia, porque la tierra está destinada a alimentar a la gente, no a enriquecerse. La agricultura intensiva empobrecería el suelo, lo que estaría en contradicción con la reverencia a la tierra. - 1977

Paisaje típico de la sierra central y montañosa de Guatemala. Para los indios, trabajar la tierra tiene un significado sagrado. Los campos de cultivo se extienden allí donde la tierra es fértil y las condiciones climáticas son favorables. Sin embargo, los indígenas siempre se han limitado a la agricultura de subsistencia, porque la tierra está destinada a alimentar a la gente, no a enriquecerse. La agricultura intensiva empobrecería el suelo, lo que estaría en contradicción con la reverencia a la tierra. - 1977

Cosecha en los campos de trigo en el área entre Quezaltenango y Chichicastenango. El cultivo de la tierra tiene una importancia sagrada para los indios. Los cultivos se extienden allí donde el suelo es fértil y las condiciones climáticas son favorables. Mientras tanto, los nativos siempre se han limitado a un uso mínimo del suelo, ya que se supone que es propicio para la alimentación, no para el enriquecimiento. El cultivo intensivo sería contrario a la reverencia que debe mostrarse a la tierra. - 1977

Cosecha en los campos de trigo en el área entre Quezaltenango y Chichicastenango. El cultivo de la tierra tiene una importancia sagrada para los indios. Los cultivos se extienden allí donde el suelo es fértil y las condiciones climáticas son favorables. Mientras tanto, los nativos siempre se han limitado a un uso mínimo del suelo, ya que se supone que es propicio para la alimentación, no para el enriquecimiento. El cultivo intensivo sería contrario a la reverencia que debe mostrarse a la tierra. - 1977