La ciudad de Tikal se encuentra en el norte de Guatemala, en pleno corazón de la selva del Petén. Es una de las mayores ciudades santuarios del mundo maya clásico, con una superficie de al menos cien kilómetros cuadrados. El mérito de los arqueólogos norteamericanos es que llevan varios años estudiando este extraordinario yacimiento. Su trabajo es aún más encomiable porque las excavaciones arqueológicas son muy difíciles en el bosque. La exuberante vegetación, sostenida por el calor y la humedad que reinan permanentemente durante todo el año, es un obstáculo para la investigación a gran escala. Se calcula que hasta la fecha sólo se ha estudiado una decimosexta parte de la ciudad, y ello a pesar de las mayores dificultades. El sitio muestra una serie de palacios, templos y pirámides. Algunos de estos últimos, de casi sesenta metros de altura, dominan la selva. Algunas de estas asombrosas construcciones representan una masa de materiales estimada en 200 000 metros cúbicos. Esta cifra, en verdad, deja a uno soñando. Unas escaleras casi verticales conducen a la parte superior de estas pirámides, que es una plataforma sobre la que todavía se levanta un templo a menudo muy decorado. Lamentablemente, la erosión por la lluvia, que es casi constante en el bosque, ha causado la destrucción de muchas de estas obras de arte. Al pie de los edificios y a menudo formando alineaciones, se distinguen estelas de uno a dos metros de altura, cubiertas de extraños grabados y jeroglíficos. - 1977
La ciudad de Tikal se encuentra en el norte de Guatemala, en pleno corazón de la selva del Petén. Es una de las mayores ciudades santuarios del mundo maya clásico, con una superficie de al menos cien kilómetros cuadrados. El mérito de los arqueólogos norteamericanos es que llevan varios años estudiando este extraordinario yacimiento. Su trabajo es aún más encomiable porque las excavaciones arqueológicas son muy difíciles en el bosque. La exuberante vegetación, sostenida por el calor y la humedad que reinan permanentemente durante todo el año, es un obstáculo para la investigación a gran escala. Se calcula que hasta la fecha sólo se ha estudiado una decimosexta parte de la ciudad, y ello a pesar de las mayores dificultades. El sitio muestra una serie de palacios, templos y pirámides. Algunos de estos últimos, de casi sesenta metros de altura, dominan la selva. Algunas de estas asombrosas construcciones representan una masa de materiales estimada en 200 000 metros cúbicos. Esta cifra, en verdad, deja a uno soñando. Unas escaleras casi verticales conducen a la parte superior de estas pirámides, que es una plataforma sobre la que todavía se levanta un templo a menudo muy decorado. Lamentablemente, la erosión por la lluvia, que es casi constante en el bosque, ha causado la destrucción de muchas de estas obras de arte. Al pie de los edificios y a menudo formando alineaciones, se distinguen estelas de uno a dos metros de altura, cubiertas de extraños grabados y jeroglíficos. - 1977