#1
Hace 2500 años, los cazadores, recolectores y ganaderos vivían en una celestial sabana aún verde y pintaron en la pared de roca la imagen ya fascinante y mágica de la mujer.
Níger / Aïr / 2001
#2
Al borde de las montañas del Aïr, los grabados rupestres se concentran en la desembocadura de los wadis (valles), en donde la vida se mantuvo durante más tiempo después de que se iniciara el proceso de desertificación. Estos grabados dan testimonio de que las jirafas y los leones retozaban aquí junto con el ganado de los pastores neolíticos.
Níger / entre el Aïr y el Ténéré / 1992
#3
Este guerrero o cazador probablemente fue grabado durante la edad de los metales (3000 aC), tal como lo demuestra su lanza. Altura de la figura: 95 cm. El refugio de Hem en sí mide 4,50 metros de alto en la entrada y 20 metros de profundidad. Los grabados y pinturas encontradas allí se ejecutaron desde la entrada hasta los 10 metros de profundidad.
#4
¿La mujer neolítica se interesaba por la moda? Al menos eso pareciera según esta imagen esculpida en piedra por su creador hace mucho. Altura de la figura: 1,10 metros, desde la parte superior del cabello hasta la base de los pies.
Níger / Aïr oriental / Sitio de Tagueït bajo / 1992
#5
Notable par de jirafas elaboradas con gran detalle anatómico, atribuibles a la llamada “belle époque naturalista”. La jirafa de la izquierda mide 5,80 metros de la cabeza a la pezuña trasera y la de la derecha mide 3.02 metros de la nariz a la punta de la cola.
Níger / Aïr / 2000