A la salida del oscuro laberinto en el “distrito carcelario” de Machu Picchu descansa una placa triangular plana en forma de cóndor tendida en la dirección del sol naciente. Entre el "collar" de piedra y el pico curvo, la abundante sangre que fluía de los sacrificios se recogió en una cuneta y se vertió en el corazón de la Madre Tierra.
A la salida del oscuro laberinto en el “distrito carcelario” de Machu Picchu descansa una placa triangular plana en forma de cóndor tendida en la dirección del sol naciente. Entre el "collar" de piedra y el pico curvo, la abundante sangre que fluía de los sacrificios se recogió en una cuneta y se vertió en el corazón de la Madre Tierra.