Descripción

El arte del adorno, tan desarrollado hoy en día, aparece en el neolítico sahariano con un brillo repentino e inesperado. Los primeros exploradores de Sudáfrica informaron de la curiosa forma en que se fabricaban las cuentas de huevo de avestruz. Los fragmentos de la prueba se perforaron y se ensartaron en una correa que, al final de la operación, se anudó en ambos extremos. El rollo grueso resultante se recorrió durante mucho tiempo por todos los lados dentro de una ranura estrecha cortada en una piedra blanda. Al final de la operación, las cuentas eran perfectamente circulares. Pero su propósito principal era ser utilizados como... ¡dinero! La mayoría de los ornamentos antiguos se reutilizan hoy en día; sin embargo, al rico material de las bellas piedras de colores se ha añadido recientemente el plástico (colecciones IFAN, Dakar). - 1969