Al borde del Teneré (Níger), el viento esculpe apasionadamente las hermosas dunas de Temet. Este mar de arena se ve limitado a la distancia únicamente por las altas montañas del Aïr.
Al borde del Teneré (Níger), el viento esculpe apasionadamente las hermosas dunas de Temet. Este mar de arena se ve limitado a la distancia únicamente por las altas montañas del Aïr.