Probablemente, la evidencia más común del Neolítico en el Sahara son las puntas de flecha. Existen numerosas formas, en función del objetivo al que se dirija el usuario. A grandes rasgos, se pueden distinguir tres variedades principales: las triangulares, las pedunculadas y las de borde transversal, siendo estos últimos prototipos de los cerrojos medievales. Aunque algunas puntas pudieron utilizarse para la pesca, está claro que la gran mayoría estaban destinadas a la caza y probablemente también a la guerra. Y la experiencia demostró muy pronto a los usuarios que había que calcular el peso y la forma del accesorio de piedra con el que se equipaba la punta del asta de la flecha en función del objetivo que se quería alcanzar. Por eso hay una variedad tan asombrosa de formas, pero se pueden clasificar fácilmente según el tipo y la familia. (Colección IFAN, Dakar, Senegal) – 1969
Probablemente, la evidencia más común del Neolítico en el Sahara son las puntas de flecha. Existen numerosas formas, en función del objetivo al que se dirija el usuario. A grandes rasgos, se pueden distinguir tres variedades principales: las triangulares, las pedunculadas y las de borde transversal, siendo estos últimos prototipos de los cerrojos medievales. Aunque algunas puntas pudieron utilizarse para la pesca, está claro que la gran mayoría estaban destinadas a la caza y probablemente también a la guerra. Y la experiencia demostró muy pronto a los usuarios que había que calcular el peso y la forma del accesorio de piedra con el que se equipaba la punta del asta de la flecha en función del objetivo que se quería alcanzar. Por eso hay una variedad tan asombrosa de formas, pero se pueden clasificar fácilmente según el tipo y la familia. (Colección IFAN, Dakar, Senegal) – 1969