Con un chullo de lana bajo el típico sombrero cuzqueño y enfundado en un maravilloso poncho, este joven indio del valle sagrado sostiene la vara de mando, un bastón con un círculo plateado, la insignia honorífica de su oficio. Es el alcalde de un ayllu, una comunidad agrícola heredada de la época de los incas, en la que los quechuas aún viven hoy como en el pasado.
Con un chullo de lana bajo el típico sombrero cuzqueño y enfundado en un maravilloso poncho, este joven indio del valle sagrado sostiene la vara de mando, un bastón con un círculo plateado, la insignia honorífica de su oficio. Es el alcalde de un ayllu, una comunidad agrícola heredada de la época de los incas, en la que los quechuas aún viven hoy como en el pasado.